Carta a un ser querido:

Aun que hoy no estés aquí, aun que no obtuve palabras tuyas, se que el lazo que nos unió y que aun lo hace, seguirá ahí por que una amistad como la tuya, y el cariño que me diste, siempre estará guardado bajo llave en este corazón, que hoy te anhela.

Gracias a ti descubrí que tengo un fuerte corazón, que aun que me doliera verte marchar iba a estar hasta el final, pasara lo que pasara, yo no podía dejarte sola en esa habitación con alguien a quien apenas conocías, y más siendo la ultima vez que te viera con vida.

No iba a dejar sola allí a la pequeña que más veces me hizo sonreír, que tantas alegrías me dio, tantos sustos, y eso lloros que hacían que me alegra al llegar a casa por ver que ya volvía a casa, aun que hacia apenas unas horas que me avías visto.

O aquella vez que me iba, y ya estaba en el coche dejando la maleta y a mi lado apareciste tu como diciendo esta vez no me dejas aquí, realmente me entristecía dejarte, pero a la vuelta era muy grato ver que aun no había cruzado la puerta del patio ya estabas tu allí con una alegría, que para mi era lo mejor al llegar a casa y ver que había alguien que se moría por que volviera a casa.

Realmente creo que te di todo, ya que tus primeros días en este mundo no fueron muy buenos, hasta que encontraste esta familia, realmente se te veía feliz, de estar con nosotros, y lo mas sorprenderte era que con una tontería que te dijera empezabas a mover el rabo.

Realmente seis años dan para mucho, aun que los últimos no fueran tan buenos, me hubiera gustado haber compartido mas tiempo de tu vida, pero no pudo ser.

Bueno pequeña, si es verdad que hay vida después de la muerte espero verte y no separarme de ti.

Por siempre te llevare en mi corazón.

Esto va por mi perrita, para mi alguien muy especial como si fuera un ser más de mi familia, adoptada pero de la familia.

Espero que os guste.